
Florida la calle de aromas azaharosos donde vos, robador de frutas frescas, hacías caer las peñas de quejumbre con la onda, corta y de libres disparos.
Villano, escondido en las borrascosas, sobre las cumbres calientes, encendiendo miradas.
Fue por despecho que la chica te rompió todo antes de irse
- gusano, nunca mariposa - Bramaba, la pobre, como cien cabras locas almidonadas al unísono.
El anonimato acá es susurro, mientras robusta la vieja que levantaba cajas en la esquina; esa, la que estaba al lado del chileno moderno – atacaba - Lindo baile te piaste, nene - y vos, andando todos los miedos de tu vida.
Pólvora en chimango sólo eras - había que terminar este delirio – explicabas, inconciente y cerrá el pico, te decían los del barrio.
Yo, mientras, te miraba en diagonal, sumergida de tanto tumulto, gozosa, entre los sudarios que hicieron de tu norte un caballero inexistente.

Nos mudamos al mismo tiempo de blog. Te mandé un mail con el mío, por error se lo mandé a toda la facultad también, jaja
ResponderEliminarsi, anoche entré en el tuyo!!!
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