28/08


No podrías sonreírme, por ejemplo
en la cola del supermercado
ni referirme al paso
cierta novedad que apenas juega a virar
el rumbo de cualquier vida.
Tampoco podes contarme qué te molesta

¿Seguís mirando el precio del lomo todos los meses?

Yo te idealizo, a veces, si…
Aunque no piense en estar con vos…


Y es recurrente esta cosa de ocultarte
en la disociación que imponen las paralelas
recíprocas, mirándonos
en la articulación de los puntos
y apartes
para que una falsa claridad desvíe
la atención de ese foco
que amenaza por todas partes
y no está en ninguna.

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